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21 de octubre de 2009

Ara més que mai, "fets i no paraules"

La millor defensa és un bon atac. Això és el que va intentar fer la setmana passada el director de la Fundació Trias Fargas, però, uns dies després, alguns l'han fet veure que no hi ha "mantes per destapar". Aquells que presumeixen de "patriotisme" i volen abanderar el catalanisme nacionalista, ara es veuen obligats a "col.laborar sense límits" per aclarir què va passar amb els 7 convenis que Millet va signar, saltant-se la junta de govern de la Fundació del Palau i en nom de les prerrogatives que com a president creia tenir. Convenis que, cal dir, encara no han aparegut.

I són tots aquests els que creuen que podrien governar Catalunya millor que el PSC?

Ës necessari fer exercicis de memòria i repassar com ens ha anat els últims anys, amb governs d'esquerres i progressistes, que han treballat per aconseguir més i millors serveis, per modernitzar lleis o fer-ne de noves adaptant-les a una societat que vol i mereix ser moderna, justa, competitiva, educadora, i un llarg etcétera de valors que ens han d'identificar i satisfer com a catalans i catalanes.

La perseverança i serietat del President de la Generalitat i Primer Secretari del PSC, José Montilla, han fet que avui tinguem un sistema de finançament que significarà una injecció de 35 mil milions d'euros fins 2013. Això vol dir que Catalunya continuarà tenint més i millors serveis que ens permetin viure amb la qualitat de vida que mereixem i que ens situïn en posició per continuar competint en l'economia globalitzada que ens trobem immersos.

Aquells que volen abanderar el sentiment catalanista s'han oblidat que estimar implica respectar, i no és de respecte aprofitar-se'n de subvencions que, en comptes de destinar-se al foment de la cultura tradicional catalana,, paguin campanyes convergents.

Fets i no paraules, President Montilla, això és el que volem els catalans i les catalanes i és el que vosté ha defensat i demostrat a Catalunya.

Publicado por Ana Mª Martínez

16 de septiembre de 2009

Nuestros símbolos y el quid de la cuestión

Asegura Mariano Rajoy, con esa locuacidad que le caracteriza, que el puño en alto (gesto de solidaridad entre los trabajadores) es lo mismo que el saludo fascista (símbolo de sumisión a un líder totalitario). Así, tal cual, sin inmutarse. “Porque yo lo valgo”. Es esa tendencia natural de la derecha social y mediática de meterlo todo en el mismo saco, que les induce incluso a situar en un plano de igualdad la bandera tricolor de la República y la adoptada por Franco durante la dictadura, obviando que la primera representa la legitimidad de un sistema político surgido de la voluntad popular, mientras que la segunda es la insignia que encarna la ilegalidad de un régimen impuesto por las armas.

Este sin vivir que parece aquejar a los populares, ha sido motivado por la celebración de un acto del Partido Socialista donde se cantó La Internacional, puño en alto por parte de algunos de sus dirigentes más destacados. Este mitin organizado en la localidad leonesa de Rodiezmo, lugar escogido por el presidente Zapatero para escenificar el inicio del curso político, (recordemos que su antecesor hacía lo propio en Quintanilla de Onésimo, pueblo del fundador de las JONS, donde jugaba una partidita de dominó con los amigos), viene celebrándose año tras año desde que el PSOE ganó las elecciones allá por 2004, sin que hasta el momento ningún comisario político del PP se percatara de los peligros inminentes que se acechaban sobre la convivencia pacífica entre los españoles. España se rompía, sí, pero las causas eran tan variopintas como la negociación del Estatut catalán, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, los matrimonios entre personas del mismo sexo o la Ley de la Memoria Histórica. Ningún vigía del Partido Popular achacó el desguace de la patria a los tradicionales símbolos de la izquierda ¿Qué ha cambiado, pues, en esta ocasión para que el desasosiego y la preocupación se hayan instalado tan repentinamente en las filas de la derecha?

Si comparamos la foto de este año con la de ediciones anteriores, nos encontramos que la única diferencia radica en la presencia de dos mujeres del Partido Socialista en el acto de pasado mes de agosto. ¿Cabe la posibilidad de que los puños en alto la ministra Bibiana Aído y la Secretaria de Organización Leyre Pajín hayan estimulado ese tufillo machista que desprende la rancia derecha española? ¿O quizás lo que se ha puesto en evidencia es la nostalgia de los tiempos en que levantar el puño y cantar La Internacional suponía acabar con los huesos en la cárcel?

Tengo que admitir que no confiero a los símbolos más utilidad que la meramente práctica, aunque comprendo y respeto profundamente los sentimientos de quienes les otorgan una importante carga ideológica. Personalmente, ni se me saltan las lágrimas escuchando los compases de ningún himno, ni me emociono ante el paso de bandera alguna. No me motivan lo más mínimo los debates identitarios y los nacionalismos exacerbados, de cualquier tendencia, me parecen estériles y anacrónicos. No obstante, es incuestionable que cada uno de nosotros estamos vinculados a grupos sociales que encarnan nuestras tendencias, aspiraciones, reivindicaciones, identidades o ideologías, personificados por símbolos, ya sean banderas, himnos, escudos o logotipos.

El Partido Socialista, en sus inicio simbolizado con un yunque, un libro y una pluma, adoptó en los años 70 el puño y la rosa, símbolo acogido previamente por los socialistas franceses tras el mayo del 68. La Internacional, al margen de sus varias versiones adaptadas por los partidos socialista o comunista, está considerado el himno de los trabajadores de todo el mundo. No obstante, en vista de la intranquilidad que parece aquejar a los dirigentes populares, y a fin de velar por la concordia y la convivencia política, propongo a la dirección nacional de nuestro partido que encomiende a los ideólogos de la FAES la elaboración de un código deontológico, que recoja que símbolos podemos o no utilizar los socialistas en nuestros actos públicos.

Pero obviando el componente humorístico y centrándonos en el trasfondo del asunto, tengo la sospecha de que detrás de estas insólitas ocurrencias tan mediaticamente escenificadas, bajo ese fingido estupor por algo tan trivial que viene repitiéndose durante años, se oculta una cuestión de mucho más calado: el propósito deliberado de la derecha de caminar hacia la uniformidad ideológica. Hacia la consecución de su ideal de una sociedad encaminada al pensamiento único, los líderes de la derecha no escatiman oportunidades para promulgar su modelo de sociedad carente de ideologías antagónicas, tratando de infundir en la ciudadanía la idea de que la izquierda y la derecha son conceptos anticuados, que no existen diferencias de calado entre las políticas de unos y de otros, que todo es lo mismo… Y para lograr su objetivo no dudan en emplean grotescas artimañas para intentar deslegitimar nuestros símbolos, nuestros referentes, nuestra identidad…

En nuestra mano está que fracasen en sus objetivos. Manteniéndonos fieles a nuestro código ético, reafirmando nuestras convicciones, fortaleciendo nuestro perfil ideológico y nuestras señas de identidad como partido de izquierdas, podremos acreditar por que hemos conseguido mantener la confianza de los ciudadanos y las ciudadanas, incluso en los momentos más difíciles, a lo largo de nuestros 130 años de historia. Al contrario que tantos miembros de la derecha que reniegan en voz alta de su ideología (siempre me he preguntado por qué la derecha española niega ser de derechas), nosotros no nos avergonzamos de lo que somos, ni negamos nuestra identidad ni nuestra historia. Por eso levantamos el puño si nos apetece y cantamos La Internacional cuando se nos antoja, mientras otros no se atreven a levantar la mano y cantar el Cara al Sol, aunque se mueran de ganas de hacerlo. Y así seguiremos, pese a quien pese.

Publicado por Belén Meneses

3 de septiembre de 2009

Los impuestos, un mal necesario


El artículo 1º. del Título Preliminar de la Constitución Española de 1978 dice: “España se constituye en un Estado social y democrático de derecho”. Todos entendemos que el legislador quiso decir con Estado Social aquel en el que todos los ciudadanos contribuyen en la justa medida de sus posibilidades al correcto sostenimiento del Estado. Y al decir sostener el Estado no me refiero solo al mantenimiento de las administraciones, sino al Estado del Bienestar que en España disfrutamos actualmente.

Hay situaciones cotidianas a las que, por comunes o habituales, no les concedemos ninguna importancia, pero la tienen ¡y mucha! Por ejemplo, la cobertura sanitaria a la totalidad de la población; el progreso en el sistema de pensiones; las prestaciones por enfermedad o desempleo; la educación obligatoria y subvencionada o gratuita hasta los 16 años; la educación superior en universidades públicas; la ampliación de la red viaria con abundantes autovías libres de peaje; las prestaciones económicas de tipo social (guarderías municipales, residencias para la tercera edad, ayudas económicas a la maternidad, ley de dependencia, y un largo etcétera) y, en definitiva, un conjunto de mejoras inimaginables hace tan sólo 40 años.

Paralelamente hay que entender y tener muy claro que para conseguir y mantener todo lo anterior, los gobiernos sólo tienen un medio: el sistema impositivo, es decir, LOS IMPUESTOS. A todos nos disgusta pagar el IVA en cada artículo que consumimos. Cuando llega la época de declarar el IRPF andamos como posesos recordando y buscando gastos o inversiones que nos puedan desgravar. Y lo mismo se puede aplicar a los tributos de carácter local (IBI, basuras, etc.). En resumen, en todo Estado moderno los impuestos son necesarios e imprescindibles, otra cuestión es su control; quién paga, quién no paga, las bolsas de fraude fiscal, los paraísos fiscales, etc. Es una lucha constante de todos los gobiernos erradicar, o al menos paliar, la figura del ciudadano que además de no pagar, se enorgullece de ello.

Hay un claro ejemplo de la enorme utilidad social de los impuestos. En nuestro país, escuchamos decir con frecuencia que con el régimen anterior apenas se pagaban impuestos, y es cierto, ya que prácticamente no había ninguna prestación social. Si no se atendían las necesidades de la población, no era necesario ningún tipo de recaudación. Pero, ¿verdad que no es eso a lo que aspiramos?

En una situación económica como la actual, en la cual se producen cierres de empresas, ERE’s que afectan a muchos trabajadores, pérdida del poder adquisitivo y reducción del consumo, las administraciones ven recortados seriamente sus ingresos, con lo cual es de lógica elemental que el Gobierno, para intentar mantener todas las prestaciones sociales descritas anteriormente, recurra al incremento (puntual y temporal) de determinados impuestos. Es de justicia social hacer cumplir el viejo axioma de “que pague más quien más tiene”.

Naturalmente que la oposición brama, ruge y vocifera alegando la incompetencia del actual equipo de gobierno y que, por supuesto, si estuviesen ellos en el poder, no sólo estaría la crisis totalmente resuelta sino que “ataríamos los perros con longanizas”. Quizá habría que recordarles quien originó la actual crisis, depresión, deflación o como quieran llamarla.No obstante y aprovechando esta justificación a la campaña fiscal del actual gobierno, quisiera introducir una reflexión por si algún político leyese estas líneas. Transcurridos ya 30 años de ayuntamientos democráticos, y teniendo en cuenta que los actuales regidores y regidoras cuentan con un buen bagaje empírico e intelectual, sería el momento que, a imitación de los países del norte de Europa, se transfiriese a los gobiernos locales la prestación de muchos servicios que actualmente dependen de los gobiernos centrales y autonómicos (que en muchas ocasiones son desempeñados de hecho por los propios ayuntamientos), con la consiguiente capacidad recaudatoria.

Publicado por José Segura

1 de septiembre de 2009

El PP y su insufrible canción del verano

Uno de los pequeños inconvenientes de la época estival, junto a los fastidiosos mosquitos y las insoportables noches de asfixiante calor, es, sin duda, la canción del verano. Esa melodía machacona y cansina que nos persigue y atormenta llegando a convertirse en un verdadero suplicio para nuestros oídos; que nos vemos obligados a escuchar nos guste o no; que suena en cualquier parte y a todas horas, acompañada de ridículos bailes o de coreografías imposibles. Pues bien, en este sofocante verano del 2009, todos los intérpretes del partido supuestamente liderado por Mariano Rajoy, se han entregado con fervoroso afán a la tarea de mortificarnos en nuestras merecidas vacaciones veraniegas, con su insufrible y estridente cancioncilla del verano.

Como un coro desafinado y patético, los Rajoy, Cospedal, Arenas, Trillo & Company, nos han torturado con su machacona cantinela de partido perseguido y hostigado por jueces, fiscales y policías al servicio del Gobierno socialista y su régimen dictatorial, hasta chirriarnos los oídos con sus irritantes estribillos. “Rubalcaba nos vigila, Zapatero nos asedia, De la Vega nos acosa… Socialistas a la rue, populares al poder y a otra cosa mariposa”. Noches y días soportando la misma matraca en terrazas, campings y chiringuitos de playa.

No es que nos haya pillado por sorpresa las recurrentes y burdas intrigas conspirativas del Partido Popular. Ya sufrimos sus intrigantes maquinaciones en torno a la masacre del 11 de marzo que precedió a la victoria del Partido Socialista en las elecciones generales de 2004, nunca asumida por los populares y sus medios afines. Durante casi cuatro años nos levantamos cada mañana con sus desiertos lejanos, montañas remotas, falsas mochilas y cassettes de la Orquesta Mondragón como pruebas inapelables de la conspiración entre ETA, Zapatero, el rey de Marruecos, la policía e Iñaki Gabilondo, con el único propósito de desalojar al Partido Popular del poder, que, como todos sabemos, les pertenece por designación divina. Y cuando sus delirantes fantasías parecían cosa del pasado, vuelven a retomar de nuevo sus paranoicas teorías para intentar convencernos de la infinita mezquindad del pérfido ZP que no tiene otro objetivo en la vida que destruir a su enemigo, el honrado y bondadoso Mariano Rajoy. Y si no fuera porque se trata de un partido político supuestamente serio con un presunto líder que aspira a presidir este país, sería para morirse de risa.

Afortunadamente, la fortaleza de nuestro Estado de derecho está por encima de las mamarrachadas y las rabietas del Partido Popular; sin embargo, eso no quita para que sus difamaciones y sus falsedades deban quedar impunes. Se han vertido acusaciones demasiado serias contra nuestras instituciones democráticas como para permanecer impasibles ante esa política goebbeliana de mentiras y manipulación en la que los dirigentes populares se sienten como peces en el agua. Por responsabilidad e higiene democráticas, la fiscalía del Estado debería intervenir para que las canciones veraniegas del PP no vuelvan a torturar nuestros oídos hasta incrustarse en nuestro cerebro y deshacerlo. Porque en política, no todo vale.

Publicado por Belén Meneses

26 de junio de 2009

Adiós a un hombre bueno


El pasado 19 de junio nos dejó para siempre Vicente Ferrer. Su desaparición supone quedarnos sin alguien que, sin duda alguna, pasará a engrosar y dar brillantez a la reducida lista de Grandes Figuras de la Humanidad. Nosotros, los firmantes de este escrito, queremos aportar nuestro humildísimo homenaje a una persona magnífica, excepcional, grandiosa, humanista, tolerante, solidaria…

De su intensa biografía, destaca su infancia en Barcelona, su militancia en el POUM, la llamada a filas del bando republicano durante la Guerra Civil cuando sólo contaba 16 años, su internamiento en los campos de concentración de Argelés-Sur-Mer en Francia y el de Betanzos en Galicia, los estudios inacabados de Derecho y sobre todo, el viaje a la India que marcaría su vida.

Vicente Ferrer optó por la Compañía de Jesús para desempeñar su vocación de ayuda a los demás, sin embargo, ante la disyuntiva de elegir entre el celibato obligado impuesto por la Iglesia católica (además de algunas divergencias surgidas con los dirigentes de la Orden) o la posibilidad de formar una familia, optó por lo segundo. En 1970 se casó con la periodista inglesa Anne Perry, con quien tendría tres hijos y compartiría una vida de trabajo y entrega a los más necesitados.

El tratamiento mediático que se ha dado a la vida y la muerte de Vicente Ferrer, merece una profunda reflexión. Mientras la figura de este hombre ejemplar pasa casi de puntillas por todos los medios de comunicación, la de los deportistas supermillonarios es ensalzada hasta la saciedad por toda la prensa escrita y audiovisual, anteponiendo el culto a un materialismo salvaje a los valores de humildad, solidaridad y ayuda al prójimo. ¿Es ese el mensaje que queremos transmitir a nuestra juventud? ¿Es el ejemplo de sociedad que queremos legar a nuestros descendientes?

Hay ya voces que piden su canonización y toman posiciones para la concesión del Nobel de la Paz. Nosotros, modestamente, proponemos que dejen la figura de Vicente Ferrer en paz, puesto que sería una terrible injusticia colocarlo en un plano de igualdad con personajes tan siniestros como José Mª. Escrivá de Balaguer o Henry Kissinger. Vicente Ferrer está donde tiene que estar, muy por encima de santos y nobeles.

Publicado por: Belén Meneses y José Segura

19 de mayo de 2009

La oposición también tiene su obligación con la ciudadanía

Igual que hay diferentes maneras de gobernar, existen también formas antagónicas de entender la labor de oposición. Una sería responsable, madura y reflexiva que, sin renunciar a la crítica necesaria y legitima, persigue el bienestar de la ciudadanía por encima de objetivos partidistas, y otra es la que viene practicando el grupo de IC-EUiA en el ayuntamiento de Rubí, cuyo único propósito parece ser erosionar la labor del equipo de gobierno, renunciando al rigor, a la sensatez, e incluso, a la verdad.

El grupo municipal de ICV-EUiA lleva días realizando declaraciones a los medios de comunicación, denunciando lo que, según ellos, constituye una “auténtica estafa” para los ciudadanos y las ciudadanas de Rubí. Imprudentemente, aseguran que el precio de los pisos de protección oficial que se construyen en Sant Jordi Park, están por encima del precio de mercado.

Aunque presuponemos que las declaraciones de Iniciativa son fruto de la ignorancia y la inexperiencia, y no de la mala fe, todos los miembros de ICV-EUiA deberían tomar conciencia de que su compromiso con la ciudadanía exige aparcar la demagogia y no crear falsas alarmas entre la población rubinense, especialmente tratándose de un tema tan sensible como es el acceso a la vivienda.

Para poner las cosas en su sitio y esclarecer las posibles dudas que las declaraciones de ICV-EUiA hayan podido crear entre los ciudadanos y ciudadanas de Rubí, transcribimos a continuación un artículo del portavoz del grupo municipal del PSC, Manolo Velasco, donde el regidor socialista desmonta con datos reales y contrastables las falsedades vertidas por los señores de Iniciativa per Catalunya Verds.

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Pisos de protección de Sant Jordi Parc. La diferencia entre hablar sin saber y saber sin hablar.

Resulta cuanto menos curioso como el Sr. Aguila, regidor de IC del ayuntamiento de Rubí, se posicione en contra respecto a las nuevas promociones de pisos de protección oficial que se van a construir en Rubí. Posiciones obviando los 23 años de gobierno de IC en Rubí, durante los cuales se construyeron cerca de dos centenares de pisos de protección (o sea, un promedio de 8,6 pisos por año o, lo que ellos llaman “hacer una política pública de vivienda”).

Posiciones en contra de favorecer la vivienda de protección oficial, tal como estamos trabajando desde el PSC, con la revisión del POUM para su aprobación definitiva, que el equipo de gobierno aprobó inicialmente junto con otros grupos municipales (entre los que no se incluye IC), donde la programación de este porcentaje de vivienda pública se ha aumentado hasta un 15% sobre el total de viviendas de Rubí, (dicho de otra manera, se aumentaran los pisos de protección oficial en un 2700 % con respecto a la aportación de pisos oficiales que se construyeron durante la etapa de IC y su “política pública de vivienda”).

Y puestos a tomar posiciones, se posicionan también en contra de la horquilla económica que se exige para optar a dichas viviendas. En este punto, tal vez habría que recordarle al Sr. Águila que el límite de ingresos máximos para optar a estas viviendas no lo marca el Ayuntamiento, sino el Departament de Medi Ambient i Habitatge de la Generalitat, gestionada actualmente por sus compañeros de IC. Un paseo por la Web de la Generalitat de los “ecosocialistas” es suficiente para descubrir, por ejemplo:

“Venda

Si es tracta d'habitatges amb protecció oficial de venda, el límit d'ingressos és diferent segons al tipus de protecció a què es vulgui accedir:
- règim especial:
2,5 vegades l'IPREM (Indicador Públic de Renda d'efectes Múltiples) - règim general: 5,5 vegades l'IPREM - preu concertat: 6,5 vegades l'IPREM

Ese 5,5 veces IPREM es lo que el Sr. Aguila, dentro de su ignorancia, crítica del equipo de Gobierno municipal, desconociendo, o no, que lo que está criticando es el baremo que viene impuesto desde el Departament de Medi Ambient i Habitatge que, vuelvo a repetir, está gestionado por sus compañeros de IC en la Generalitat

Posiciones en contra del precio del metro cuadrado cuando, otra vez vuelven a ser ellos, los responsables de IC en el Departament de Medi Ambient i Habitatge, los que imponen el precio máximo del metro cuadrado. La razón de que al Sr Aguila le salgan unos números que no le cuadran, es tan sencilla (y fácil de contrastar), como que en el precio final de los pisos de Sant Jordi Park se incluyen el garaje y el trastero. Quizás con una consulta al personal de PROURSA, hubiera sido suficiente para no (bienintencionadamente supongo) falsear los números y se le hubiera explicado que los pisos tienen un precio que va desde los 98.770 a los 117.787 € (o sea, de 16.433.945 a 19.598.107 de las antiguas pesetas, muy por debajo de los precios de mercado)

Está claro que la única táctica que tiene IC es POSICIONARSE EN CONTRA de la construcción de pisos de protección oficial, puesto que si son los criterios marcados lo que tanto les disgusta, lo tienen muy sencillo: convencer a sus compañeros de partido en la Generalitat para que los modifiquen. A no ser que su política de vivienda pase por hacer, (como ya se insinúo desde algún ámbito supramunicipal) un Área Residencial Estratégica (ARE) en Can Ramoneda o sus alrededores. Quizás la próxima vez que critique alguna medida del Gobierno municipal en temas de vivienda, sería preceptivo consultar antes con sus “primos” de la Generalitat para no volver a meter la pata con acusaciones sin fundamento.


Manolo Velasco
Portavoz del Grupo Municipal del PSC de Rubí

17 de marzo de 2009

130 años de historia

En el transcurso del viaje que el pasado 14 de marzo los socialistas de Rubí realizamos a Madrid para visitar el Congreso de los Diputados, era ineludible el paso por Casa Labra, la taberna donde hace 130 años un grupo de veinticinco hombres encabezados por Pablo Iglesias, un joven tipógrafo de 28 años, decidieron fundar un partido político con el objetivo principal de luchar por la emancipación social de los trabajadores, cuyas condiciones de vida transcurrían entre el hacinamiento, la insalubridad y las jornadas extenuantes de trabajo, a cambio de míseros salarios y unos exiguos derechos.

Difícilmente, aquel pequeño núcleo fundacional del Partido Socialista Obrero Español podría siquiera imaginar la trascendencia que aquella primera reunión, celebrada clandestinamente para eludir la ley, tendría para el futuro de su país. Intuir el protagonismo y la relevancia que ese embrión de partido político tendría en la historia de España, hubiera producido vértigo en aquellos veinticinco idealistas con pretensiones de conseguir un mundo más justo y una sociedad más igualitaria.

En la actualidad, con ciento treinta años de historia a sus espaldas, el Partido Socialista supera los 400.000 afiliados y afiliadas, y cuenta con el respaldo en las urnas de más de once millones de ciudadanos y ciudadanas. Desde su fundación, el Partido Socialista, que ha conocido tiempos de luces y de sombras; alternado periodos de gobierno con épocas de persecución, clandestinidad y exilio; afrontado cambios y renovaciones; superado situaciones conflictivas y crisis internas, nunca ha dejado de estar presente en la sociedad española, constituyéndose en un importante referente para las aspiraciones de libertad y progreso de la ciudadanía. Desde la consecución de la jornada laboral de ocho horas en 1919, pasando por la aprobación del sufragio femenino durante la vigencia de la II República, hasta el desarrollo y consolidación del Estado del bienestar, el Partido Socialista ha sido decisivo en todas las conquistas sociales que se han conseguido en nuestro país, liderando a menudo iniciativas que han contribuido a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ampliando derechos que han aportado cuotas de más libertad individual y, en consecuencia, para toda la sociedad.

Desde la obtención de su primer diputado hace casi cien años, el Partido Socialista ha mantenido su presencia e incrementado su peso político en las instituciones del Estado. El partido fundado por Pablo iglesias, es la única formación política nacional que ha conservado su representación parlamentaria en cuantas elecciones han sido celebradas en periodos democráticos, evidenciando un amplio respaldo popular incluso en épocas de desaciertos y conflictos, cuando los errores cometidos provocaron la pérdida de confianza de muchos ciudadanos y ciudadanas, traducida en un significativo descenso de apoyo electoral.

Esta confianza de la ciudadanía hacia el Partido Socialista, es fácilmente constatable en el respaldo conseguido en las primeras elecciones democráticas celebradas en 1977 tras la muerte de Franco, donde el PSOE, con la obtención de 118 escaños, conservaría el apoyo popular conseguido durante la II República, a pesar del paréntesis de cuatro décadas de sequía electoral que supuso la dictadura de Franco. Ni el largo exilio de sus cuadros dirigentes, ni la escasa visibilidad del socialismo en los tiempos del franquismo, disuadieron a los votantes de izquierda de decantarse por el proyecto socialista, en detrimento de un Partido Comunista que únicamente logró sumar tres diputados a los diecisiete conseguidos en las elecciones del 16 de febrero de 1936. Sin duda, una gran mayoría del electorado de izquierdas confió en una nueva generación socialista, encabezada por Felipe González, para liderar la difícil tarea de situar a nuestro país en la senda democrática, pero otros muchos, aquellos viejos socialistas que durante los tétricos años del franquismo habían mantenidos sus ideas en lo más profundo de su corazón, aquel 28 de junio de 1977 emitieron su voto con la mirada puesta en el PSOE de Prieto, Besteiro y Largo Caballero.

El PSOE, a lo largo de sus ciento treinta años de vida, ha sido capaz de evolucionar y adaptarse a los cambios que la sociedad exigía en cada momento de la historia. Obviamente, el Partido Socialista de hoy no es el mismo de hace treinta, cincuenta o setenta años, puesto que el mundo es diferente y los problemas que la sociedad actual plantea difieren enormemente de los que afectaban a nuestros antepasados. Sin embargo, a pesar de la necesaria evolución para responder debidamente a los nuevos retos sociales, la identidad del Partido Socialista no se ha visto afectada por el tiempo ni por las circunstancias. La igualdad, la libertad, la solidaridad y la justicia social permanecen como pilares sobres los que se asienta el ideario socialista y su máximo empeño continúa siendo la defensa de los trabajadores, de los más débiles, de los desprotegidos, de los que carecen de oportunidades y de todos aquellos que ven restringidos sus derechos o coartada su libertad.

Y en esta céntrica taberna madrileña fundada en 1860, popular por sus especialidades en bacalao, empezó todo. Entre croquetas furtivas, vinos clandestinos y el compromiso común con la igualdad y la justicia social, veinticinco hombres optaron por tomar partido por los oprimidos y prestar su voz a los trabajadores que subsistían en condiciones de absoluta precariedad. Y en ello seguimos.

Publicado por: Belén Meneses

24 de febrero de 2009

El rostro de la indignidad

Que la aventura cinegética del ya ex ministro Fernández Bermejo junto al juez Garzón fue inoportuna, casi nadie lo pone en duda. Que un miembro del Gobierno cace sin la preceptiva licencia, es un inadmisible descuido que debe comportar unas consecuencias. Que su situación al frente del ministerio de Justicia se estaba convirtiendo en insostenible, era un hecho incuestionable que ha culminado con la decisión más acertada. Pero que haya sido precisamente Federico Trillo el diputado del Partido Popular encargado de encabezar la cruzada contra el ministro de Justicia, es un hecho tan lamentable y bochornoso que sobrepasa lo esperpéntico.

Para las mentes más olvidadizas, recordar que Federico Trillo fue ministro de Defensa del gobierno de Aznar durante la legislatura 2000-2004, de tan infausto recuerdo. En su bagaje ministerial destacan la polémica generada por su mega bandera rojigüalda de obligado homenaje mensual desplegada en la plaza Colon de Madrid, su archiconocido y archiparodiado patinazo del "¡Viva Honduras!" proclamado ante las tropas de El Salvador, o la heroica reconquista del islote de Perejil, -pedrusco de indiscutible valor estratégico- donde las tropas de elite del Ejército español enviadas por Trillo “al alba y con tiempo duro de levante”, redujeron a la media docena de gendarmes marroquíes y su siniestro rebaño de cabras. Pero sin duda, la página más negra de la biografía política de Federico Trillo Figueroa, lo que le incapacita de por vida para dar lecciones de moralidad, el suceso que le inhabilita para proferir acusaciones de incompetencia y exigir dimisiones políticas, fue su desastrosa gestión del accidente del Yakolev-42, ocurrido en Turquía en mayo de 2003.

Escuchar hablar de incompetencia y de exigencia de responsabilidades a quién enviaba a los soldados españoles en aviones chatarra a las misiones en el extranjero, propició con sus prisas por la repatriación de los cadáveres el reparto indiscriminado de los restos mortales de los 62 soldados fallecidos y posteriormente tuvo la indecencia de cargar la responsabilidad del siniestro y las chapuceras identificaciones sobre las espaldas de sus subordinados, no es más que una burla democrática, una ofensa a la inteligencia colectiva y un ultraje hacia los familiares de las víctimas del accidente, quienes a día de hoy todavía exigen que el ex ministro de Defensa asuma alguna responsabilidad por la tragedia que costó la vida a 62 militares españoles. Esto es para “mear y no echar gota” como decía mi abuela o, en palabras del susodicho, “¡Manda huevos!”

Según refleja el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “dimitir” significa “renunciar, hacer dejación de algo”. En el exclusivo Diccionario de la derecha española, cabría añadir “…eventualidad que, en cualquier situación o circunstancia, excluye a los responsables políticos del Partido Popular”. Y es que el doble rasero empleado por el PP para exigir depuración de responsabilidades, es de una desvergüenza tal, que si no fuera porque nos encontramos ante un partido que ha gobernado este país y pretende volver ha hacerlo, sería para morirse de risa.

Estamos más que acostumbrados a levantarnos cada mañana, a desayunar o cenar con las exigencias de dimisiones o ceses de algún ministro o ministra por parte de los líderes del Partido Popular. Aunque la efectividad de esta estrategia como táctica para desgastar al Gobierno -por repetitiva y cansina- es un tanto cuestionable, no deja de ser una maniobra legítima. Pero esta estratagema se torna inaceptable cuando estas exigencias proceden de alguien que hace años que debería estar alejado de la vida pública a consecuencia de la magnitud de sus errores.

La dimisión de Fernández Bermejo que, aunque ha podido cometer errores abandona su cargo ministerial con ejemplaridad democrática, vuelve a poner de manifiesto las dos formas antagónicas que el PP y el Partido Socialista tienen de entender la política y la responsabilidad contraída con los ciudadanos y las ciudadanas. Federico Trillo y Mariano Fernández Bermejo son las dos caras opuestas de lo que significa ostentar un cargo político. Una, la de Bermejo, la asunción de responsabilidades anteponiendo el interés de un proyecto común a sus ambiciones personales; otra, la de Trillo, representa la cara de la indignidad, la indecencia y la inmoralidad.

Está muy equivocado Mariano Rajoy si supone que la dimisión del ministro de Justicia es un triunfo para su formación. Con la renuncia de Bermejo, se ha evaporado la cortina de humo tras la que disimular la trama de escándalos que persigue al PP y amenaza el presunto liderazgo de Rajoy al frente de su partido.

Son las 23:36, las 22:36 en Canarias, y Rajoy sin dimitir.

Publicado por: Belén Meneses

23 de febrero de 2009

Serpientes de cascabel, reflexiones ante la Crisis


"En Lawrenceville un ayudante del sheriff desahució a un emigrante, éste se resistió, obligando al oficial a hacer uso de la fuerza. El hijo de once años del emigrante disparó contra el ayudante con un rifle calibre 22 y lo mató.

¡Serpientes de cascabel! No te arriesgues; si discuten, dispara primero. Si un chiquillo mata a un policía, ¿qué no harán los hombres? Lo que hay que hacer es ponerse más duro que ellos. Tratarlos sin contemplaciones. Tenerlos asustados.¿Y qué pasa si no se amedrentan? ¿Qué si plantan cara y disparan a su vez? Estos hombres han estado armados desde que eran niños. Un revólver es una extensión de ellos mismos. ¿Qué hacemos si no se amilanan? ¿Qué si en algún momento marchan como un ejército igual que los lombardos lo hicieron sobre Italia, los germanos sobre la Galia y los turcos en Bizancio? Aquellas también eran hordas mal armadas y ansiosas de territorio, y las legiones no pudieron detenerlas. Ni las matanzas ni el terror pusieron fin a su avance. ¿Cómo se puede asustar a un hombre que carga con el hambre de los vientres estragados de sus hijos además de la que siente en su propio estómago acalambrado? No se le puede atemorizar, porque este hombre ha conocido un miedo superior a cualquier otro".

John Steinbeck, "Las uvas de la ira"(traducción de Juan José Coy, en: Madrid, Cátedra, 2007)

El hombre tiene una gran lacra como especie. Siendo "inteligente" es el único ser que puede ver lo aparentemente inmutable del presente, sin poder centrarse en lo eternamente cambiante de lo evolutivo. Cualquier fiera vivirá aprovechándose de sus adaptaciones naturales, de las innovaciones (o mutaciones) que le ha brindado la Selección natural, con el afán de adaptarle mejor a su ecosistema; no tendrá mayor visión sobre el tiempo que aquélla que le faciliten sus genes. El hombre es algo más, cultura e incultura unidas en un binomio mortal, e inseparable. No podemos soñar con cambios si nuestra consciente existencia es pasajera. Desde los de CroMagnon hasta las hordas de marines norteamericanas, no tanto ha cambiado. ¡Monos armados, con veneno fatal y cascabeles en forma de políticas y viles propagandas!

Dicen que el buen maestro enseña a aprender de los errores, razón por la cual concluyo que Maese Tiempo es un Catedrático de pobre intelecto. El texto de Steinbeck (redactado en los fatídicos años 30 del pasado siglo) invoca a nuestro pasado histórico, a cómo los hambrientos siempre han luchado por su pan, con mayor intensidad si es bien sabido quién se lo quita. La era global es doncella de pocos secretos. Todo se sabe, o al menos, en parte.

Las crisis económicas son cíclicas, dicen los expertos, algo así como los “paradigmas científicos” de los que Thomas Kuhn hablara hace ya un tiempo. Los “giros copernicanos” siempre tienen desgracias en sus causas, razones por las que el ingenio humano se agudiza y persigue resultados mejores para la optimización, para los avances y el progreso. La Crisis, ya hablando en singular, seguro que reparará un mundo distinto, de ello no hay dudas.

En los últimos meses me ha llamado mucho la atención los grandes avances, que cuanto menos, han sido “anunciados”. Haré mención de algunos de ellos. La edición de “ElPaís” de 24 de noviembre de 2008 incorporaba una noticia de gran calado. Javier Sampedro, genial periodista y divulgador, nos presentaba un mineral, la peridotita, capaz de absorber dióxido de carbono (CO2) convirtiéndolo en cuarzo. Los estudios realizados por Peter Kelemen y Juerg Matter, de la Universidad de Columbia en Nueva York, han ido a dar fruto justo en tiempos de crisis. No por casualidad.

Más allá de lo útil o verídico del hallazgo, este tipo de anuncios no escasearán en los sucesivo. A la vez que la búsqueda de nuevos combustibles (al respecto, citar cómo se ha llegado a defender la piel seca de los cítricos como fuente de energía), la eliminación de externalidades contaminantes, o cuanto menos, de sus productos, es uno de los grandes objetivos de las grandes economías. Curiosamente, en el desierto de Omán (en la península Arábiga) es donde se han realizado estos experimentos, siendo la empresa petrolífera estatal ("Petroleum Development Oman") la primera que va a realizar pruebas con el mineral. Según se afirma, esta roca ígnea (volcánica) está asociada al olivino y se halla en cantidad tanto en las arenas de Arabia como en las costas de la antigua Yugoslavia.

El principal problema, o al menos uno de ellos, será conseguir “inyectar” grandes cantidades de dióxido de carbono en el manto terrestre, lugar donde se encuentra, mayormente, el preciado maná “anticontaminante”.

Y es que, precisamente hoy, otros nuevos avances se me han presentado en diferentes medios: los avances en inteligencia artificial, la investigación sobre la fusión nuclear o el famoso gran acelerador de partículas de Ginebra. En un nuevo artículo de Sampedro ("Ahora comienza la etapa de los descubrimientos científicos", “El País”, 10/9/08) se nos ilustra sobre cuán cierto es que, tras los grandes descubrimientos tecnológicos, se acerca el momento de dar un paso hacia los avances científicos.

El, ya citado, Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) se halla, actualmente, en reparación. El primer intento ha fallado, sin embargo, siguen intactas las expectativas puestas en él. La gran inversión, aparentemente, “sólo” tiene el objetivo de descubrir una partícula, el conocido como “bosón de Higgs”; sin perjuicio de que “esa partícula” sea capaz de demostrar el Big Bang y buena parte de los postulados de la ciencia moderna (a la vez que acabar, de una vez por todas, con los últimos vestigios de la ignorancia creacionista). Algunos científicos informan de los peligros ocultos de esta investigación. Según se afirma, existiría un riesgo “ínfimo” de que la máquina fuera capaz de crear un agujero negro que acabara con todos nosotros… idea un tanto esotérica, para mi ignorante conciencia.

Caerán las acciones, los bancos, quizás alguna que otra guerra y varios millones de niños desnutridos, pero la Ciencia, inhumanamente, continuará su camino. Sin conocer la moral, la justicia, o el “orden”, la Ciencia seguirá persiguiendo acabar con la Crisis de turno a base de la optimización de los beneficios virtud de nuevos medios y fuentes de recursos. ¿El hombre es un lobo para el resto? ¿O es un buitre, un cerdo… una serpiente de cascabel que sigue temiendo la rebelión de los hambrientos…?

Imagen:
1) "Wall Street Rag", by Scott Joplin sheet music cover from 1909.

Publicado por Javier Serrano
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El amigo Xavi Reinaldos


Aparecen en Rubí Noticies de 9 y 16 de enero dos comentarios de CiU a través de su portavoz el Sr. Reinaldos.


En el primero valora, naturalmente de forma negativa, el reparto que el Gobierno Municipal ha hecho de los fondos estatales para inversiones locales que el Gobierno Central del PSOE ha enviado a Rubí (12,5 millones de euros). Dice que sólo se harán pequeños proyectos con una –para el- clara discriminación territorial. Sr. Reinaldos ¡naturalmente que los proyectos deben ser pequeños para que el dinero alcance a los más objetivos posibles!, o ¿es que ustedes –los chicos de CiU- hubiesen hecho para cruzar la riera el Golden Gate de San Francisco o el Tower Bridge de Londres?


En el segundo y para rizar el rizo remarca la “mala gestión municipal” durante todo el 2008. Fíjense que critica el presupuesto; el retraso en las obras públicas; la selección de residuos; la Ley de barrios y el funcionamiento del IMCO. No hace mención alguna a temas como educación, sanidad, servicios sociales y tercera edad, quiere esto decir que, o bien que los temas importantes marchan de forma altamente satisfactoria o bien que el Sr. Reinaldos pasa absolutamente de ellos y se concentra en los que mueven dinero (obras públicas, etc.) o en los que se pueden rentabilizar de forma política (IMCO).


Querido Sr. Reinaldos, dicen que para muestra un botón: ¿Se acuerda cuando era usted regidor de medio ambiente? Inicio usted una campaña publicitaria en la cual reducía en un 10% la tasa de basuras, que en una familia media era de unos 80 € , si justificaban 10 ó 15 viajes durante el año a la dexalleria. 10 ó 15 viajes a poco lejos que uno viva cuestan no menos de un euro por viaje amén del aumento del tráfico rodado y su correspondiente contaminación y todo eso ¡¡para ahorrarse 8 euros!! Si no se acuerda usted de esto, no se preocupe, buscaremos en los archivos del IMMA y se lo mostraré en este mismo blog.


Y, ahora, para terminar se une a toda la oposición para criticar la reforma de la plaza del Dr. Guardiet, ¡que tendrá esa plaza que le une a fuerzas políticas tan opuestas a las suyas! ¿tan malo es querer recuperar un espacio totalmente inservible en el corazón de la ciudad? Espero que los vecinos del centro le pasen factura por tal desatino.


Publicado por José Segura



22 de febrero de 2009

Los dineros del fútbol


En los medios de comunicación de estos últimos días he podido leer u oír en prensa y radio tres noticias que, si bien no me sorprenden demasiado con lo que está ocurriendo, sí que después me llenan de una indignación y de un cabreo que de tener al responsable al alcance de la mano no está uno seguro de su reacción.

Se tratada de: BCo. de Santander anuncia que está dispuesto a conceder un crédito de 70 millones de euros al Real Madrid para la adquisición de Cristiano Ronaldo, asimismo La Caixa concederá otro crédito al Barça de unos 30 millones para dotar de liquidez a su tesorería hasta que este club cobre unos atrasos con el tema de las retransmisiones por TV. Paralelamente una emisora de radio informa de que los clubs grandes de primera división adeudan a la Hacienda Pública 697 millones de euros en concepto de impuestos no satisfechos.

¿Cómo es posible que esto ocurra? Fíjense en el doble tratamiento, por una parte para estas entidades financieras a estos dos clubs. Gozan de unos privilegios que no tienen -en absoluto- los mileuristas a pesar de que el Gobierno, del dinero de estos últimos, ha inyectado fuertes cantidades en el sistema financiero. Y por otra que la Hacienda Pública (Hacienda somos todos) permita que clubes importantes hagan caso omiso a la obligación de cotizar al eradio, sin que les pase nada.

No cabe a estas alturas considerar que el fútbol profesional, por ser un fenómeno de masas, deba tener un tratamiento mercantil, laboral y fiscal distinto. A mí, como aficionado al fútbol, me trae totalmente sin cuidado que el club, cualquiera de ellos, si por pagar los impuestos correspondientes no le queda liquidez para fichar a sujetos por más de 7 ú 8 millones de euros al año, pues la cosa está bien clara, ¡qué no lo fiche!, y si al no ficharlo no puede mantener la categoría y desciende o desaparece, pues ¡qué le vamos ha hacer! Mucho peor son los ERE's, los despidos y similares.

Y como mensaje a quien esto lea. No confundir el deporte con el mercantilismo, si le gusta a usted el fútbol hágase aficionado del equipo de barrio (en el caso de Rubí, de la A.E Rubí, el Olímpico de Can Fatjó, el 25 de septiembre y otros que pueda haber). No verá a Messi ni a Raúl,pero disfrutará de la entrega de deportistas de verdad y no de individuos (que teniendo muchos de ellos escasas "luces"), gozan de sueldos y fichas que da vergüenza hasta leerlas.


Publicado por José Segura

21 de febrero de 2009

Telebasura: ¿dónde están los límites?


El tratamiento mediático del asesinato en 1992 de las niñas de Alcàsser, reveló el negocio que supone el morbo para las audiencias de las cadenas de televisión. La retrasmisión minuto a minuto de los pormenores del caso el mismo día que fueron hallados los cadáveres de las tres niñas asesinadas, supuso la aparición de un nuevo espacio televisivo, cuya práctica principal consistía en hurgar sin escrúpulos en el sufrimiento ajeno. La periodista de Antena 3, Nieves Herrero, convirtió la localidad de Alcàsser en un improvisado plató, desde donde se emitió un programa especial que transformó la tragedia vivida por el pueblo en un circo mediático, donde el dolor de los familiares de las víctimas se convirtió en un espectáculo público retransmitido en directo a toda España.

Después del repugnante seguimiento que algunos medios hicieron del caso Alcàsser, el Instituto de Radio y Televisión y otras entidades como el Instituto de la Mujer, elaboraron códigos deontológicos para evitar que la explotación del sufrimiento ajeno se convirtiera en mercancía destinada a elevar los índices de audiencia de las televisiones. Pero a juzgar por el lamentable espectáculo al que estamos asistiendo con el tratamiento informativo de la desaparición y asesinato de la joven Marta del Castillo, estos códigos de buenas intenciones que entonces sirvieron para remover algunas conciencias, han sido ignorados y denostados por unos presuntos profesionales de la información.

Prácticamente todas las cadenas de televisión, especialmente Telecinco que ha encontrado en el asesinato de Marta un filón para detener la caída en picado de su audiencia, han reciclado a sus presentadores estrellas en cuervos carroñeros, a la caza y captura de amigos y conocidos de la víctima o de su presunto asesino, quién por cierto fue juzgado y condenado en cada uno de los realities televisivos mucho antes de que se confesara autor del crimen, sin el menor signo de rigor profesional y desentendiéndose por completo de la presunción de inocencia.

En su ilimitada falta de escrúpulos para lucrarse con la tragedia humana, estos excelentes profesionales de la telebasura, además de hacer desfilar por sus programas a menores de edad, cuya posible vulneración de sus derechos está siendo investigada por la fiscalía de Sevilla y el defensor del Menor de Andalucía, han cruzado todas las líneas de la decencia, aprovechándose del sufrimiento de unos padres que se han visto arrastrados por una vorágine de realities, entrevistas y ruedas de prensa, contribuyendo sin pretenderlo a alimentar la morbosa curiosidad de la audiencia y a engrosar los beneficios de algunas cadenas de televisión, que han llegado a retransmitir en directo los primeros momentos de la búsqueda del cadáver de Marta. Asentados con sus cámaras en el cauce del río Guadalquivir donde las fuerzas de seguridad y el Ejército buscan el cuerpo de la joven sevillana, los buitres del periodismo más rastrero esperan poder emitir en directo el momento en que el cadáver de la joven sea localizado y extraído del río.

Y mientras el asesinato de Marta del Castillo ocupaba portadas de diarios, abría todos los telediarios y protagonizaba tertulias radiofónicas, una pequeña reseña en algún periódico informaba de la aparición del cadáver de una mujer, de unos veinte años, en la localidad catalana de Roses. Al día siguiente, un diario gratuito publicaba una escueta referencia indicando que el anónimo cuerpo pertenecía, casi con toda seguridad, a una prostituta del Este. Una mujer joven que también tendría padres, amigos y toda una vida por delante truncada prematuramente. Pero su muerte no cumple los parámetros exigidos para pujar en las parrillas televisivas. Probablemente nunca sabremos si la muerte de la joven anónima fue consecuencia de un accidente, si se quitó la vida o si fue víctima de un asesinato tan deleznable como el de Marta del Castillo. Su caso no tiene el suficiente tirón mediático ni cuenta con el índice de morbo exigido para despertar el interés de la audiencia. Tal vez, ni siquiera merezca una reflexión sobre el poder y la influencia de la televisión en nuestra sociedad y en nuestras conductas.

El asesinato de Marta del Castillo ha sido un crimen execrable que ha conmocionado a toda la sociedad; ahora es tiempo de la justicia a la que exigimos que todo el peso de la ley caiga sobre los culpables, cuando así sean declarados por un tribunal. Pero cuidado con caer en la demagogia y alentar al populismo, elementos que si se mezclan y agitan de manera irresponsable pueden formar un cóctel explosivo de consecuencias imprevisibles. Es muy fácil dejarse llevar por la rabia y la indignación ante el inexplicable y cruel asesinato de una joven de 17 años y el sufrimiento causado a su familia. Pero se empieza con manifestaciones reclamando la reclusión perpetua y se acaba pidiendo la restauración de la pena de muerte. No olvidemos que el objetivo del sistema penitenciario en nuestro país es la rehabilitación y la reinserción, y así debe ser por el bien de toda la sociedad. La venganza no puede volver a convertirse nunca más en nuestro país en una política de Estado.

Publicado por: Belén Meneses

13 de febrero de 2009

Sobre lo divino y lo humano


Eluana no quiso esperar. Apenas tres días después de aplicarse la sentencia del Tribunal Supremo italiano que autorizó suspender la nutrición e hidratación artificial que mantuvo su cuerpo aferrado a una cama contra su voluntad y la de su familia durante 6.332 días, a Eluana se le paró el corazón. En esta ocasión, las artimañas del primer ministro italiano para alterar la ley a su voluntad, han sido frustradas.

Aunque Eluana dejó de respirar hace apenas una semana, la vida de la joven italiana se detuvo hace 17 años, cuando un trágico accidente truncó sus sueños, interrumpió sus proyectos y borró para siempre su sonrisa. El 18 de enero de 1992 Eluana dejó de hablar, de moverse, de pensar, de ver, de oír, de sonreír, de sentir, de querer… La vida le abandonó aquella fría noche de invierno porque para vivir, además de estar hay que ser y, fatídicamente, Eluana estaba pero ya no era.

Pero más allá del caso Eluana, de la perseverancia de un padre para hacer cumplir la voluntad de su hija de no prolongar artificialmente su vida, o de las arteras maniobras de Berslusconi para eludir la legalidad, el debate que debemos afrontar alberga un trasfondo mucho más trascendente y profundo. Lo verdaderamente relevante de esta cuestión, está en dónde establecemos los límites de la injerencia en los asuntos civiles por parte de una confesión religiosa. Las leyes son normas de obligado cumplimiento, dispuestas por los hombres para regular la convivencia de todas las personas. Los mandatos, las ceremonias y los ritos religiosos, son preceptos que sólo atañen a los devotos que profesan esa fe.

La Iglesia católica hace más de 2000 años que viene pretendiendo imponer sus verdades absolutas a toda la humanidad. A través de un guía espiritual infalible (y no me refiero a José María Aznar) que es designado a dedo por un espíritu incorpóreo, no han cejado en su empeño de imponer a toda la humanidad su verdad absoluta, fundamentada en la existencia incuestionable de un ente invisible con poder infinito y sobrenatural, que controla nuestras vidas y es dueño del destino de la humanidad entera.

Es muy respetable que los mandatarios de cualquier confesión religiosa traten de persuadir de la autenticidad de su fe al mayor número de personas y aspiren a llenar sus templos de incondicionales y conversos, pero los métodos empleados para catequizar a todos los habitantes del planeta desde que la religión católica fue proclamada como la única y verdadera, han sembrado el mundo durante siglos de sufrimiento, destrucción y muerte.

Además del adoctrinamiento sustentado en el miedo a los terribles sufrimientos que padeceremos los impíos cuando abandonemos el mundo de los vivos, las masacres, los expolios, las intrigas, la caza de brujas y los exterminios de pueblos enteros, han sido fórmulas adoptadas por la Iglesia católica para expandir su credo, a lo largo de la historia.

No olvidemos que en nuestro país, hasta no hace demasiados años, los principios morales, la educación, las reglas de comportamiento, las costumbres y las normas del decoro eran dictados desde los púlpitos. Los curas de la España franquista tenían la potestad de inmiscuirse en la intimidad de las alcobas y un escote demasiado pronunciado o una falda unos centímetros por encima de lo que marcaba el confesor, podía condenar a una mujer al fuego eterno después de muerta o al infierno en vida de la maledicencia, las murmuraciones y las insidias. Siempre me ha fascinado ese desmedido interés de dios por los asuntos de la carne y su obsesión por como vivimos los mortales nuestra sexualidad, que le atribuyen sus representantes en la tierra.

Quiero dejar claro que nada más lejos de mi intención que ofender o despreciar a la confesión católica o a los millones de personas que profesan esa religión, a quienes declaro mi máximo respeto. El cristianismo me parece una de las doctrinas más respetable e incluso comparto algunos de los valores del pensamiento cristiano. Siento una profunda admiración y respeto por todos los hombres y mujeres que, movidos por sus creencias religiosas, dedican su vida a los olvidados, los marginados y los oprimidos de este mundo, de una forma enteramente entregada y altruista. Me parece encomiable la labor de todas las asociaciones religiosas dedicadas a la labor social. Considero dignos de admiración a esos sacerdotes de pueblos y barrios humildes que encauzan su compromiso con la fe católica hacia los más desfavorecidos, y se implican en la vida y los problemas de sus vecinos, alejándose del boato y la fastuosidad de que hacen alarde las máximas autoridades eclesiásticas. Mi reprobación es a esa otra Iglesia que, mientras se arroga la autoridad moral de dar lecciones de honestidad, de compasión, de decencia y de humanidad, bendice a dictadores, santifica a torturadores, favorece la propagación del SIDA, pone trabas a la investigación genética que ayuda a salvar vidas, tolera la pederastia, discrimina a los homosexuales y excluye a la mujer. Esa Iglesia que pretende ignorar que las leyes civiles se dirimen en los parlamentos y las leyes de Dios en los despachos de los dirigentes eclesiásticos. A esa Iglesia que no termina de acepar que, mientras la Constitución debe ser acatada y obedecida por todos, el catecismo sólo obliga a los católicos.

Publicado por: Belén Meneses

28 de enero de 2009

El coraje del león o la táctica del avestruz


De la última edición del espacio de Televisión Española, “Tengo una pregunta para usted”, emitido el pasado lunes en horario de máxima audiencia, además de confirmar cuales son las preocupaciones que en estos momentos más inquietan a la población española, podemos extraer la aplastante conclusión de que en nuestro país existen dos formas antagónicas de entender la responsabilidad política: esconderse ante las dificultades y esperar que amaine el temporal (recuérdese el Prestige y los cuatro hilillos de plastilina) o enfrentarse a los problemas y dar la cara ante los ciudadanos y las ciudadanas.


Con la que está cayendo, el presidente del Gobierno podía haber optado por rehusar amablemente su presencia en el programa, haberse excusado alegando problemas de agenda o posponer su intervención a la espera de tiempos más propicios. Sin embargo, Zapatero optó por echarle coraje y aceptar el desafío de enfrentar el tercer grado de los ciudadanos y las ciudadanas que acudieron al plató de televisión. No es un reto sencillo responder a preguntas de personas que están atravesando momentos de tanta incertidumbre, que afrontan severas dificultades económicas o que temen perder sus empleos, pero el presidente, en un ejercicio de responsabilidad que denota su compromiso con la ciudadanía, no eludió el cuerpo a cuerpo con los participantes del programa y se sometió a un examen con todo tipo de preguntas, incluidas las más impertinentes, que también las hubo.


Un presidente del Gobierno, como máximo representante del poder ejecutivo, debe saber estar a las duras y a las maduras; no puede tratar de escabullirse cuando las circunstancias se vuelven adversas, lo mismo que el capitán de un barco debe ponerse al frente de la tripulación cuando la tempestad arrecia. Es su obligación tomar el timón cuando se encuentra en el epicentro de la tormenta y las olas golpean violentamente la embarcación. Si se esconde, si abandona el puente de mando a la espera de que amaine el temporal, perderá el respeto de su tripulación que difícilmente volverá a poner en sus manos su seguridad ni a confiar en él para tripular el barco.


En este sentido, el presidente Zapatero ha cumplido con creces. Pero a los ciudadanos y a las ciudadanas también nos gustaría escuchar los argumentos y las propuestas del líder de la oposición, para tener la oportunidad de contrastarlas con las expuestas por el presidente Zapatero. Es cierto que, puesto que así lo hemos decidido los ciudadanos y las ciudadanas, Mariano Rajoy no es el presidente del Gobierno, pero no es menos cierto que en un sistema democrático la oposición también tiene una función que cumplir, más allá de poner palos en la rueda al Gobierno para lograr hacerse con el poder a cualquier precio. Una oposición responsable que tiene como prioridad el bienestar de la población, no puede regirse por el principio de cuanto peor mejor. Y mientras el Gobierno dedica todos sus esfuerzos a presentar medidas para atenuar en lo posible los efectos de la crisis económica, ¿qué hace la oposición además de criticar esas medidas, pronosticar los peores augurios para el futuro y sembrar la desmoralización en todos los rincones del país?, ¿dónde está Mariano Rajoy? Pues ni está, ni se le espera. El líder del Partido Popular ha declinado participar en el programa de televisión, a la espera de los resultados de las próximas elecciones autonómicas gallegas y vascas que se celebrarán el próximo mes de marzo.


Pero, ¿qué puede temer Mariano Rajoy para supeditar su presencia en televisión a la celebración de los comicios, cuando parece tener el viento a favor? Posiblemente le inquiete que un tropiezo ante alguna pregunta inoportuna haga descender todavía más su valoración en las encuestas, que no paran de caer en picado. O puede que tal vez le asuste que algún malicioso ciudadano se atreva a cuestionar cómo podría liderar un país quién es incapaz de poner orden en su propio partido. En tales circunstancias, sin duda es mucho más oportuno escurrir el bulto, intentar pasar desapercibido y rezar para que los datos económicos adversos o las elevadas cifras del paro se alíen con él para encubrir las encarnizadas luchas de poder que, cada vez de forma más descarnada, protagonizan los inquilinos de la calle Génova.


Bastante tiene el pobre Rajoy intentando encontrar argumentos que justifiquen las tramas mafiosas de esa burda red de espionaje y contraespionaje integrada por Mata Hari, Torrente y los hombres de Paco. Pero tranquilos. Con la desenvoltura que caracteriza a Rajoy para evadir sus responsabilidades e inculpar a los demás de su propia incompetencia, pronto dará con la solución a sus desvelos: se trata de una conspiración de esos “poderes fácticos fácilmente reconocibles”, orquestada, no faltaba más, por Zapatero. Y si no, al tiempo.


Publicado por: Belén Meneses

18 de enero de 2009

Encuentro de Carrillo con socialistas catalanes


El pasado 15 de enero tuvimos la ocasión de asistir a una conferencia de Santiago Carrillo, que invitado por la Federació del Vallès Occidental Sud del PSC y la agrupación del PSC de Sabadell, presentó su último libro, "La crispación en España. De la Guerra Civil a nuestros días". Realizó, además, un inteligente análisis de la derecha española y de la Iglesia católica desde los años treinta hasta nuestros días, valoró las causas de la actual crisis económica y animó a la izquierda y a la sociedad progresista a tomar la iniciativa para modificar el rumbo del mundo.

Se podrá estar más o menos de acuerdo con las ideas de Santiago Carrillo, compartir en mayor o menor medida sus palabras, pero lo que no admite discusión es la lucidez, la claridad de ideas y el talento para transmitirlas al auditorio, de una persona a punto de cumplir 94 años. Pero además de la admiración que suscita quien ha logrado superar nueve décadas con las facultades mentales intactas, resulta un privilegio escuchar en directo a un superviviente de ese periodo de nuestra historia que la derecha española y sus medios de comunicación afines, se empeñan en obligarnos a relegar al último rincón de la memoria. Santiago Carrillo es el ejemplo viviente de que esos episodios trágicos, las persecuciones, las encarcelaciones, los fusilamientos, el exilio, los muertos en las cunetas... son tragedias vividas por los españoles que no sucedieron allá por el pleistoceno. Pero además, para nosotros, como socialistas, resultó emocionante poder abrazar con quien compartió momentos de su vida con figuras de nuestro partido como Prieto, Negrín, De los Ríos, Besteiro...

La intervención de Santiago Carrillo comenzó destacando el detalle de que los socialistas se convirtieran en protagonista de un evento, a pesar de que su conocida y acreditada ideología comunista, circunstancia que aprovechó para abogar por la unidad de la izquierda contra esa derecha "infumable" que tan poco ha evolucionado a lo largo del último siglo. Con un acertado análisis comparativo entre la derecha española y la derecha Europea, Carrillo destacó como en Europa coexisten separadamente una derecha conservadora, pero civilizada y democrática, con la ultra derecha que actúa fuera del juego democrático, mientras en España ambos grupos conviven armoniosamente bajo unas mismas siglas.

Según la reflexión del líder comunista, en nuestro país, parte de la derecha, que durante la transición colaboró para "lavar sus culpas por la dictadura", no se ha identificado con el sistema democrático y "se resiste a romper los lazos que mantiene con el franquismo", razonamiento avalado por ciertos tics autoritarios de la derecha española, como la incapacidad de sus líderes para aceptar que la izquierda pueda gobernar, derecho que, están convencidos, "les corresponde por mandato divino". Carrillo ironizó con las máximas aspiraciones de la derecha que "sólo sueña con alcanzar el poder" y su obsesión por encontrar "la manera de echar a Zapatero del Gobierno", a quien responsabilizan de "todo lo sucedido en el mundo, incluso desde antes de haber nacido".

En su último libro, Carrillo desmonta el tópico, tan recurrente para quienes justifican el levantamiento militar de 1936, de que la guerra civil española fue inevitable. Según la visión de quien vivió el conflicto en primera persona, aún habiéndose producido la sublevación militar de los generales golpistas, la República no hubiera tenido excesivas dificultades para sofocar la rebelión si los fascismo europeos no hubieran encontrado en la guerra de España la ocasión propicia para extender su ideario fascista por el territorio europeo. También las democracias europeas, que con su Comité de no Intervención abandonaron a su suerte al legítimo gobierno de la República, tuvieron su cuota de responsabilidad en el drama al que se vieron abocados los españoles. Carrillo, no pasó por alto la paradoja que supone el el ejército denominado a sí mismo nacional, nutriera sus filas de tropas procedentes de Marruecos, Italia o Alemania. Quienes se erigieron a sí mismos en salvadores de la patria y únicos representantes de la españolidad, no mostraron reparos en recurrir a tropas extranjeras para que experimentar sobre la población civil española las armas diseñadas para combatir en un previsible conflicto mundial. Para liberar a España de las garras del comunismo, los generales sublevados consintieron, cuando no alentaron, que las tropas moras ultrajaran y violaran a mujeres españolas o que los aviones enviados por Hitler y los barcos de Mussolini ametrallaran y bombardearan a mujeres, niños y ancianos indefensos..., todos inocentes, y todos españoles.

El protagonismo político y socia de la Iglesia, en el pasado y en la actualidad, también estuvo presente en el discurso de Santiago Carrillo. Tras destacar el decisivo papel desempeñado por el cardenal Tarancón (denostado por los sectores más reaccionarios de la Iglesia) durante la Transición en favor de la reconciliación y el régimen democrático, reprochó a las autoridades eclesiásticas de nuestro país estar aferradas al pasado. Para Carrillo, los actuales Rouco Varela o Cañizares sería perfectamente "intercambiables", por los cardenales Gomá o Plá y Deniel que con tanto entusiasmo abrazaron la Cruzada Nacional de Franco. Contra esta Iglesia que no se resigna a la pérdida de privilegios y de poder, son perfectamente compatibles las creencias religiosas con la militancia de izquierdas, "la religión nunca debe ser motivo de separación".

Con respecto a la crisis económica en la que nos encontramos inmersos, Carrillo no vació en culpabilizar al poder financiero que, "por encima de todos los demás poderes, maneja la economía el planeta", sistema que, puntualizó, siempre ha sido "apoyado por la derecha". Tampoco se olvidó de enviar un toque de atención para la izquierda, a la que recriminó su vacilación y su tibieza, y animó a las fuerzas progresistas a impulsar un sistema económico donde las finanzas permanezcan "en manos del Estado en interés del desarrollo económico mundial". Tras el estrepitoso fracaso del sistema económico neoliberal, corresponde a las fuerzas políticas de la izquierda iniciar el camino hacia un sistema socialdemócrata como alternativa al capitalismo salvaje que nos ha sumido en la peor crisis de nuestra historia.

No queremos olvidarnos de agradecer al primer Secretario del PSC de la Federació del Vallès Occidental Sud, el compañero Paco Bustos, su amabilidad y colaboración para facilitarnos el acceso a Santiago Carrillo.

A propósito, si alguno de vosotros siente nostalgia de los tiempos en que oponerse al pensamiento único impuesto desde el Estado significaba ser tachado de "rojo de mierda", sólo tiene que acudir a cualquier acto que cuente con la presencia de Santiago Carrillo. Cualquier charla, presentación o conferencia del líder comunista que se precie, contará con la interrupción de esos cachorros del odio y la intolerancia, que con su desatada violencia y sus gritos fascistas buscan la provocación y socavar la convivencia pacífica. A ellos también les damos las gracias porque su existencia nos hace valor cada día más la libertad y la democracia.

Publicado por: Belén Meneses y José Segura

12 de enero de 2009

Plan E

El Gobierno ha presentado hoy una página Web donde se enumeran todas las iniciativas en materia de política económica del Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo, ideadas para mitigar los efectos derivados de la crisis económica en las familias y en las empresas.

Bajo la denominación de Plan E, que incluye tanto las medidas adoptadas hasta el momento como las que puedan articularse en los próximos meses, es el propio presidente del Gobierno quien, a través de un video institucional, presenta esta iniciativa y expone la gravedad la situación a la vez que reitera el propósito del Ejecutivo de aumentar los recursos en políticas sociales.

Recomendamos visitar esta Web puesto que, además de detallar de una forma clara y directa cada una de las medidas económicas ideadas para favorecer a familias y empresas, contiene casos simulados de posibles situaciones reales que pueden resultar de gran utilidad para facilitar el acceso a las ayudas de todas las personas que estén en disposición de acogerse a ellas.



Publicado por: Belén Meneses

¿Pero qué hemos hecho para merecer esto?


Para José María Aznar, Barak Obama es un hombre exótico. Sí, sí, habéis leído bien. El cómico hombrecillo del puro y los pies encima de la mesa, el mequetrefe del acento tejano, el seudo políglota del catalán en la intimidad, el majadero -reconvertido en amnésico- del movimiento vasco de liberación, el servil farsante de las armas de destrucción masiva, el iluminado de las certezas incuestionables, el temerario fitipaldi de las copas de más, el mamarracho del bolígrafo en el escote de la periodista…, en fin, el embajador español de chorradas sin fronteras, ha declarado a la revista “Vanity Fair” que la victoria de Obama en las elecciones estadounidenses es "un exotismo histórico”, además de atreverse a profetizar el “previsible desastre económico" que traerá consigo el nuevo presidente americano. Una nueva predicción del visionario profeta de la catástrofe y la destrucción.

Lo cierto es que, desde que Aznar I el Patriota fracasó en su pretensión de sacar a España del rincón de la historia, no ha cejado en su empeño de recorrer los cinco continentes vomitando su desprecio hacia su sucesor en la Moncloa y soltando majaderías a diestro y siniestro. Siempre que su apretada agenda le permite un respiro, entre presentaciones de libros de sus memorias de gran estadista y sus relevantes conferencias pronunciadas en Georgetown, (previo acuerdo suscrito por su Gobierno con la universidad norteamericana para desarrollar un programa de postgrado por un importe de 1,2 millones de euros procedentes de los Presupuestos Generales del Estado), imperturbable en su papel de iluminado y con la seguridad de quién se sabe bendecido por el don de la infalibilidad, lo mismo pronostica la inminente balcanización de España, que niega el cambio climático, que predica la inmediata llegada del Apocalipsis.

La inagotable capacidad de nuestro hombre infinito para proferir estupideces a destajo dentro y fuera de nuestras fronteras, es una proeza sólo al alcance de un robusto bizarro capaz de realizar la friolera de dos mil abdominales al día. Me pregunto si este ser superiror de naturaleza intratable que parece permanentemente cabreado con el mundo, podrá desprenderse alguna vez de esa actitud de eterno resentido y dejará para los charlatanes de la videncia sus absurdos vaticinios de pitonisa Lola. Quizás, alcance a percatarse alguna vez de que sus profecías apocalípticas carecen de toda credibilidad; tal vez, alguno de sus fieles secuaces debería ayudarle a comprender que a pesar de esa mirada de hielo que produce escalofríos y ese persistente porte de ególatra arrogante, sus revelaciones de fatídico agorero únicamente producen aversión, hastío y mucho, mucho aburrimiento.



Publicado por: Belén Meneses